No sirve para nada este libro. No merece la pena las penas que cuenta. El lector (en adelante: usted) podrá comprobar su inutilidad. Este es un temario para un examen amañado, con pre - guntas trampa; para un oficio, el de amar, que está asignado a dedo, donde todo está apalabrado y no responde a ningún mérito. Todos hemos pasado por esa prueba y jamás a nadie le ha servido lo aprendido, todos nos hemos quedado en blanco, todos lo seguimos llevando por los pelos. Si se pregunta a cualquiera todos responderán que de nada sirve un Temario de oposiciones, que lo único que queda es probar suerte.
EL AUTOR
Mi vida en los pronombres es un vasallaje. Por una parte, es un vínculo de dependencia y de reconocimiento a la poesía de Pedro Salinas, poeta y profesor de español, que le rinde, desde el mismo título, un profesor de español metido a poeta. Por otra parte es un vasallaje, en sentido puramente trovadoresco, al amor que nutre la vida, al tú y al yo, a esos pronombres que se hacen aún más libres en el nosotros, al cuerpo hecho alma y al alma hecha cuerpo; volviendo a Salinas, a esta corporeidad mortal y rosa/donde el amor inventa su infinito.
En Mi vida en los pronombres encontrará también el lector ecos, fundidos, aleados más bien, de otros poetas. En todos, de una forma o de otra, laten los versos que compuso en el siglo XII Bernat de Ventadorn, el primus inter pares de los trovadores provenzales:
Que nunca me dé Dios la posibilidad
de que no tenga deseo de amor.
Mujeres como el azul paisaje viviendo a nuestro lado, descubrirlas es el inicio, buscar sus raíces, entender sus huellas, descifrar sus mensajes para suavizar el día. ¡Tantas mujeres invisibles queriendo aprender a volar!
FormatoPáginasFecha de publicaciónISBNPrecioColección120x170 mm79diciembre de 2018978-84-949701-3-910 €Amarilla (volumen 5)
SUEÑO QUE SUEÑO
Sueño que sueño
que no es verdad la vida,
que no veo lo que creo,
que no hay un orden establecido.
Que no hablamos el lenguaje
de los ángeles en el alto cielo
ni el de los demonios en el infierno tan temido.
Interpretamos personajes varios,
pequeños aprendices que no sabemos,
pensamos que vivimos
cuando morimos
en ese intento.
Esperamos porque no esperamos.
Y lloramos por no reír.
Encontrarás, lector, tan pronto pases página, una obstinada búsqueda de libertad y una palpable pujanza femenina, que no es rebeldía, pero sí empeño ante el –en el más amplio sentido del término– extravío de sí misma; hallarás poemas de juventud brillante que empieza a marchitarse; múltiples motivos con los que la autora se reconforta en unas ocasiones o lamenta, en otras, la luz ya acaecida, el amor que cambia o el amor que nos transforma. Poesía limpia y conversacional sobre esos vínculos afectivos, los del día a día, irreconciliables casi siempre, que tanto nos atan para hacernos felices o desdichados o convertirse en secuela de ausencia.
AURELIO GONZÁLEZ OVIES (escritor)