Nos cuasi cuarenta poemes de Patria en pallabres menores Inaciu Galán percuerre la so xeografía sentimental al traviés de delles de les pallabres que configuraron la construcción de la so identidá y la so memoria de mocedá. Un llibru estructuráu en cuatro estayes que sigue la llinia temática de Tierra podre, el so primer poemariu, reflexonando sobre’l pasu’l tiempu, los espacios de vida y la identidá colectiva dende la perspectiva personal.
¿En qué consiste realmente el paso del tiempo? Como quien silba en el vacío intenta retratar la esquiva noción del tiempo, acotada y perseguida por el ser humano en toda era y lugar. Tal y como el título pretende sugerir, es improbable que este poemario alcance tan remoto objetivo. Pero, en el camino, en esa tierra de nadie, feudo de la duda y del eterno interrogante, halla quizá su razón de ser. Son inabarcables las incertidumbres surgidas al preguntarnos acerca de la esencia del tiempo. Y en este caso, mucho antes de formular la pregun - ta, el autor sabe que no hallará –tampoco esta vez– la respuesta. Tan solo cosechará nuevas dudas que acaso, por simple distracción, ayuden levemente a sobrellevar el vacío, la ceguera y la impotencia ante la cuestión inicial, jamás resuelta.
La poesía de Vicente García es meditativa y elegíaca. En Años otoñales, sin renunciar a esas características esenciales, inicia nuevos registros. Algunos de los poemas incluidos en estas páginas están entre los más logrados de su producción, que ocupa un lugar principal en la poesía actual, como ha solido subrayar la crítica.
La sugestión de esta poesía reside (…) en su hondura sentimental y en la autenticidad humanísima de su discurso, que se quiere reflexivo antes que ingenioso, veraz y no brillante: en medio de la noche, un hombre cualquiera piensa.
José Luis Piquero
Pero sí sabemos ya algo con toda certeza: hay que estar atentos a la aventura poética de Vicente García. Pues de entre unos pocos nombres -entre los que sin duda se encuentra el suyo- está surgiendo la mejor poesía española de la hora presente.
Fernando Ortiz
Palabras que acompañan nuestra soledad, las de Vicente García. Memorial de un náufrago, nostalgia de un paraíso al que es imposible regresar y que quizá no ha existido nunca.
José Luis García Martín
FormatoPáginasFecha de publicaciónISBNPrecioColección120x170 mm54marzo de 2018978-84-948487-0-4 10 €Amarilla (volumen 2)
Soy una mera condenación saltando al vacío, una convulsión hecha de entrañas, un abismo transmutado, un sustantivo que ya no se sostiene sin lenguaje. Soy solo la nada que me ladra, una definición ambivalente buscando precisión, el acento de unas manos atestadas de conciencia, los extremos de una inercia que descomunal proyecta atraparme.
Él el embrión que gesta la vida, la matriz incontestable del ser, el origen primero de la existencia anterior, la raíz de la que germina la posibilidad perpetua de lo intangible. Él el extremo que inherente batalla y voluntario se encierra, el renacimiento de una noche sin luna, la subversión de una simetría inmortal, la omnipresencia de quien todo lo abarca.
Él, el verbo.
Yo, la nimiedad que camina ansiando su absoluto.
Es sin saber adónde un cuaderno de viaje; un viaje de regreso al lugar donde siempre estuve. Comenzó en el invierno de 2013 y durante cuatro años discurrió por un alucinante camino. Aquí se plasman las notas que fue dictando el vientre como revelaciones inefables que tomaron cuerpo a través de versos. Nunca hubiera partido de no haber estado preparado el camino. Este viaje sin saber adónde nunca acaba.
“En cierto sentido siempre estamos viajando y viajando, como si no supiéramos a dónde estamos yendo. En otro sentido, ya hemos llegado” (Thomas Merton, La Montaña de los Siete Círculos).
FormatoPáginasFecha de publicaciónISBNPrecioColección120x170 mm87diciembre de 2017978-84-946396-2-310 €Amarilla (volumen 1)