Hay muchas formas de morder la vida. En este poemario, el autor, la muerde cada día. A bocados, a besos. De vez en cuando, la vida también se muerde a versos. Hay mil maneras. O más. Estos poemas son tragos largos de los días de vino y rosas. Pero son versos de miedo, palabras de despedida y fonemas suspendidos en el aire. El poeta se ríe de sí mismo y vive lo que no ha sido, e incluso muere lo que aún no es. En La geometría de los versos hay un compromiso con la verdad, con lo que aún no ha sucedido. Además, el poemario es un juego, un puzle de figuras geométricas que pasan de los números a los versos. Líneas paralelas, esquinas, rincones escondidos en cubos o conos. Triángulos imposibles, sin vértice. Son versos cotidianos, domésticos y, sobre todo, urgentes. Son poemas de amor y guerra. Son poemas de despedida en medio del silencio más ruidoso de todas las madrugadas. Al fin y al cabo, la vida no era más que eso: un sinsentido, un sindiós equivocado, un revólver cargado de mentiras.
Formato | Páginas | Fecha de publicación | ISBN | Precio | Colección |
120×170 mm | 64 | diciembre de 2022 | 978-84-125718-4-4 | 10 € | Amarilla (vol. 37) |